Cinco años de extraordinaria ciencia con Columbus
Desde que el modulo del laboratorio europeo Columbus atracara en la Estación Espacial Internacional hace cinco años, ha ofrecido a los investigadores de todo el mundo la oportunidad de hacer ciencia más allá de los efectos de la gravedad.
Desde el año 2008, se han llevado a cabo un total de 110 experimentos liderados por la ESA, involucrando a unos 500 científicos, abarcando la física de fluidos, la ciencia de los materiales, la física de radiaciones, el Sol, el cuerpo humano, la biología y la astrobiología.
La Estación Espacial permite a los investigadores jugar con una fuerza que, en la Tierra, es fija: la gravedad. ‘Apagando’ la gravedad y desarrollando experimentos en el espacio durante largos periodos, podemos desvelar el funcionamiento interno de fenómenos naturales.
“Centramos la investigación en llevar a cabo descubrimientos científicos, desarrollar aplicaciones y beneficiar a los habitantes de la Tierra mientras preparamos futuras exploraciones espaciales”, explica Martin Zell, responsable de la utilización del laboratorio orbital europeo de la ESA.
El estudio de los coloides – diminutas partículas que se encuentran en los líquidos – es un área de investigación obstaculizada por la gravedad. Los coloides se encuentran en muchos líquidos, como la leche, la pintura e incluso en nuestros cuerpos, pero son tan pequeños que se necesita un microscopio electrónico para estudiarlos. A esas escalas, la gravedad siempre influye en los resultados, pero en el espacio los experimentos pueden llevarse a cabo repetidamente sin interferencias.
El experimento “Colloid”, llevado a cabo en el Columbus, ha demostrado cómo pueden utilizarse las ‘fuerzas cuánticas’ para controlar las estructuras coloidales. Así se confirmó el efecto de estas fuerzas tal y como predijo la teoría hace unos 30 años, siendo observado por primera vez en 2008. Los hallazgos forman parte de los componentes básicos necesarios para crear nanomateriales.
La investigación dentro del Columbus también está ayudando a los científicos a comprender el cuerpo humano. Los astronautas en el espacio absorben más sal sin absorber más fluidos – contradiciendo el conocimiento médico tradicional generalmente aceptado.
Al parecer, las dietas altas en sal causan pérdida ósea en los astronautas. Hasta ahora, se creía que la pérdida ósea era provocada por el efecto físico de vivir en ingravidez. Este nuevo resultado tiene implicaciones en los casos de personas que sufren osteoporosis en la Tierra.
Ahondando aún más, la investigación celular ofrece claves sobre cómo controlar el envejecimiento. El experimento de biología “Roald” reveló que ciertas encimas de nuestro sistema inmunológico son más activas en el espacio, señalando a los científicos en la tierra dónde mirar para combatir la muerte celular prematura.
También hay experimentos instalados en el exterior del módulo Columbus. El primero de una serie de experimentos denominados “Expose” ha demostrado que los organismos vivos pueden sobrevivir a los viajes espaciales.
Durante 18 meses, un determinado número de bacterias, semillas, líquenes y algas viajó por el espacio en el exterior del Columbus sin protección del duro entorno espacial. Cuando volvieron a la Tierra en 2009, los líquenes despertaron de su letargo, revelando la posibilidad de que algunas formas de vida puedan hacer un viaje, saltando de asteroides a planetas.
Más cerca de casa, la tecnología desarrollada para la investigación del Columbus, también se está utilizando para hospitales y bomberos. Un nuevo tipo de termómetro diseñado para astronautas, lee de manera constante la temperatura a través de dos sensores en la frente y en el torso. La tecnología ha sido patentada como “spin-off” y es muy utilizada en cirugía cardiaca y monitorización de bebés recién nacidos.
“Nuestro laboratorio europeo en el espacio funciona las 24 horas y nos permite desarrollar impresionantes investigaciones junto con la comunidad científica internacional” afirma Martin. “Ya tenemos una gran demanda y constantemente recibimos solicitudes para investigaciones en Columbus, por lo que esperamos muchos y emocionantes resultados”.