La NASA y la ESA establecen las prioridades para las misiones a los planetas exteriores
La NASA y la ESA han decidido emprender en primer lugar una misión para estudiar Júpiter y sus cuatro lunas; otra misión para visitar la mayor luna de Saturno, Titán, y Encelado, también está en los planes. La decisión fue tomada en una reunión en Washington la pasada semana.
Los ambiciosos proyectos propuestos establecen el escenario para la exploración planetaria futura. Estas emblemáticas misiones a los planetas exteriores podrán eventualmente aclarar cómo se formó nuestro sistema solar, y si en alguno de sus rincones –además de en la Tierra- se dan condiciones para la vida.
Las misiones, llamadas Misión al Sistema Júpiter-Europa y Misión al Sistema Saturno- Titán, son el resultado de fusionar conceptos de misión independientes de la NASA y la ESA. La NASA estudió cuatro tipos de misión a lo largo de 2007, que pasaron a ser dos en 2008. Una de las misiones finalistas fue una nave orbital a Europa, que exploraría esta luna helada de Júpiter y el océano que tal vez existe bajo su superficie. La otra es una nave que se situaría en órbita de la mayor luna de Saturno, Titán.
La ESA, por su parte, también puso en marcha en 2007 un concurso para seleccionar las que habrían de ser sus misiones científicas emblemáticas para el periodo 2015-2025, dentro del programa Visión Cósmica. Fueron seleccionadas dos misiones finalistas, llamadas Laplace y Tandem, para su estudio en profundidad. La propuesta de Laplace comprendía un grupo de naves que orbitarían Júpiter y tal vez Europa, sobre la que eventualmente también aterrizarían. Tandem fue propuesta como un juego de naves para orbitar en torno a Titán y explorar su superficie, tras explorar la superficie de otra luna de Saturno, Encélado.
Los ingenieros y científicos de la NASA y la ESA analizaron cuidadosamente estas propuestas de cara a la reunión de la pasada semana. La implementación de la estadounidense Misión al Sistema Júpiter-Europa, llamada Laplace en Europa, resultó ser la más factible, por lo que esta misión se llevará a cabo en primer lugar. Sin embargo, el Grupo de Trabajo sobre el Sistema Solar de la ESA concluyó que los méritos científicos de ambas misiones no podrían separarse. El grupo declaró, y la NASA aceptó, que ambas deberían pasar a la siguiente fase de estudio e implementación.
“Es una decisión en la que ganan todas las partes implicadas”, dijo Ed Weiler, administrador asociado del Directorado de Misiones Científicas de la NASA, en Washington. “Aunque se ha escogido la Misión al Sistema de Júpiter para ser lanzada en primer lugar, una misión al sistema de Saturno sigue siendo de alta prioridad para la comunidad científica”.
Ambas agencias necesitarán realizar más estudios antes de proceder oficialmente con las misiones.
““Esta iniciativa conjunta supone un nuevo y maravilloso desafío de exploración, y será un hito en la ciencia planetaria del siglo XXI”, dijo David Southwood, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA. “De lo que estoy especialmente seguro es de que la cooperación transatlántica que hemos mantenido y que mantendremos en el futuro entre Estados Unidos y Europa, entre la ESA y la NASA, y en nuestras respectivas comunidades científicas, es absolutamente correcta. Pongámonos manos a la obra”.
Nuevos planes de exploración en Júpiter y Saturno
La Misión al Sistema Júpiter-Europa usará dos naves orbitales robóticas para llevar a cabo estudios del planeta gigante gaseoso Júpiter y de sus lunas Io, Europa, Ganímedes y Calisto, con un detalle sin precedentes. La NASA construirá una nave, llamada inicialmente Jupiter Europa Orbiter. La ESA construirá la otra nave, que se llamará en un principio Jupiter Ganymede Orbiter. El lanzamiento de ambas está previsto para 2020, con lanzadores independientes y desde lugares distintos. Llegarán al sistema de Júpiter en 2026 y pasarán al menos tres años observando.
Europa, con su supuesto océano, es el lugar idóneo para estudiar las condiciones de habitabilidad en torno al gigante de gas. Ganímedes, la mayor luna del Sistema Solar, es además la única luna conocida con su propio campo magnético generado internamente, y se sospecha que también tiene un profundo océano de agua bajo la superficie. Los científicos llevan tiempo tratando de averiguar el origen de ese campo magnético. La Misión al Sistema de Júpiter incluye también entre sus objetivos clave a Io, el cuerpo con más intensa actividad volcánica del Sistema Solar, y a Calisto, con su superficie antigua y craterizada.
Las dos naves orbitales pasarán casi un año orbitando Europa y Ganímedes, respectivamente. Abordarán de forma sinérgica el estudio científico del sistema de Júpiter, para entender mejor su formación y evolución.
La Misión al Sistema Saturno Titán consistiría en una nave orbital de la NASA y un módulo de aterrizaje y un globo de investigación de la ESA. La compleja misión plantea diversos retos técnicos que exigen más estudio y desarrollos tecnológicos. La NASA seguirá estudiando y desarrollando estas tecnologías. La Academia Nacional en Washington está empezando a montar la ‘hoja de ruta’ de las nuevas misiones planetarias de la NASA para después de 2013. Por parte europea, los científicos interesados deberán enviar de nuevo la misión a Titán en la próxima convocatoria para propuestas de misión del programa Visión Cósmica.
El Directorado de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA gestionará la contribución europea a la misión a Júpiter. El JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en Pasadena, California, gestionará las contribuciones de la NASA para el Directorado de Misiones de Ciencia de esta Agencia, en Washington.