Cincuenta años después
Lo primero que dijo Gagarin tras el despegue que lo convertiría en el primer humano en el espacio fue ‘Poyekhali!’, el equivalente en ruso de ‘¡Vamos!’
La frase adquiere un significado diferente 50 años después, cuando la mayoría de las agencias espaciales del mundo discuten una estrategia común para la exploración pacífica del espacio tanto tripulada como robótica, e investigan destinos del Sistema Solar donde los seres humanos podrían algún día vivir y trabajar.
La exploración sostenible del espacio es una oportunidad para toda la humanidad y un reto que ninguna nación puede afrontar por su cuenta. Durante el Congreso Internacional de Astronáutica celebrado el año pasado en la República Checa los líderes de la exploración espacial pronunciaron las mismas palabras: cooperación internacional.
El Director General de la ESA, Jean-Jacques Dordain, dijo que la importancia del vuelo de Gagarin era difícil de sobrestimar. “Su gesta pertenece a la historia de la humanidad y a la historia del mundo de la cosmonáutica. Es positivo que el 12 de abril ya no se celebre sólo en Rusia, sino en todo el mundo, para demostrar que Gagarin no era sólo un ciudadano soviético sino un ciudadano del planeta Tierra. El espacio y, particularmente, los vuelos espaciales tripulados, han sido los impulsores de una visión específica: que nuestro futuro es global. En los próximos 50 años veremos una mayor cooperación. Vamos a salir, hacia la Luna o a Marte, juntos”.
Paolo Nespoli, astronauta de la ESA que se encuentra ahora en la Estación Espacial Internacional (ISS) en la misión de seis meses MagISStra, sólo tenía cuatro años cuando Gagarin salió al espacio. Ahora que los socios de la ISS, incluida la ESA, buscan aumentar y optimizar las oportunidades para misiones europeas a la ISS más allá de 2015, Nespoli está entusiasmado con el futuro de la exploración espacial: “La primera persona que viajará a Marte ya ha nacido”.