SMART-1 tiende un puente a la exploración futura de la Luna
La misión lunar SMART-1 de la ESA se ha convertido en un puente hacia el futuro de la ciencia y la exploración lunares.
“Los datos de SMART-1 permiten elegir los puntos para futuros alunizajes de misiones robóticas y posiblemente tripuladas, y sus instrumentos se actualizan y utilizan nuevamente en la siguiente generación de satélites lunares -explica Bernard Foing, científico del proyecto SMART-1 de la ESA-. Incluso su espectacular impacto final está ayudando a la NASA a planificar su propio impacto lunar”.
La misión SMART-1 se prolongó desde su lanzamiento el 27 de septiembre de 2003 hasta su impacto controlado contra la superficie lunar el 3 de septiembre de 2006. Durante ese tiempo, el innovador enfoque de la misión respecto a la ciencia y la tecnología creó nuevas soluciones para antiguos problemas que ahora se aplican en la última generación de misiones lunares, de acuerdo con las recomendaciones del ILEWG (Grupo de Exploración Internacional de la Luna).
La cámara en miniatura AMIE pesaba sólo dos kilogramos, pero las imágenes que envió se están utilizando para elegir posibles puntos de alunizaje de misiones futuras. La elección del lugar de alunizaje depende de criterios tales como la importancia científica de la zona, la facilidad del descenso y de la operación y, si se va a convertir en una base habitada, la disponibilidad de recursos lunares. SMART-1 ha captado los puntos de descenso de Apollo y Luna, así como posibles lugares de alunizaje de astronautas en los polos lunares.
Para mantenerse en la senda de los grandes avances tecnológicos de SMART-1, la ESA suministra tres instrumentos a la misión lunar de la India denominada Chandrayaan-1. Dos derivan directamente de SMART-1: el espectrómetro de infrarrojo SIR2 y el espectrómetro de rayos X C1XS. El tercero (SARA) es precursor de un instrumento que irá a bordo de la misión Bepi-Colombo de la ESA a Mercurio.
La ESA y científicos europeos también colaboran con Japón, que actualmente prepara una gran nave espacial lunar, Selene, que lanzará este año. Selene llevará a bordo dos subsatélites y 300 kilogramos de instrumental avanzado.
Durante la misión de SMART-1, la ESA suministrará a China detalles sobre la posición y las frecuencias de transmisión de la sonda, para que pueda poner a prueba sus estaciones y operaciones en tierra de seguimiento de satélites. Esto ha formado parte de sus preparativos de la nave Chang’E 1, que se lanzará al espacio en octubre de 2007.
Los expertos de SMART-1 colaboran con la NASA en la preparación del satélite LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter), que proporcionará nuevas mediciones mediante imágenes y radar, entre otras, necesarias para la exploración futura de la Luna. LRO se lanzará a finales de 2008. La ESA comparte los datos obtenidos en la campaña del impacto de SMART-1 para contribuir a la preparación del satélite de detección y observación de cráteres lunares LCROSS (Lunar Crater Observation and Sensing Satellite), que se lanzará junto con LRO. El satélite guía LCROSS observará el impacto de la fase superior de su cohete contra un cráter lunar oscuro, que se espera genere agua y vapor, que servirían de demostración de la existencia de hielo en la superficie lunar.
“Después de haber utilizado la sonda SMART-1, hemos establecido acuerdos de colaboración con otros países que nos ayudarán a encaminarnos al futuro de la exploración lunar”, comenta Foing.
Bernard Foing explicó el legado de SMART-1 en el simposio denominado “¿Por qué la Luna?”, celebrado en la Universidad Internacional del Espacio de Estrasburgo, Francia, el 22 de febrero de 2007.
Para más información
Bernard Foing, científico del proyecto SMART-1 de la ESA
Bernard.Foing @ esa.int