Antes y después: Rosetta detecta cambios sin precedentes
Durante su misión en 67P/Churyumov-Gerasimenko, Rosetta ha observado todo tipo de cambios, como fracturas en expansión, derrumbes de acantilados o el enterramiento de formaciones y la aparición de nuevas figuras debido al desplazamiento de material.
Un estudio publicado hoy en la revista Science resume los tipos de cambios en la superficie del cometa observados a lo largo de los dos años que Rosetta pasó en él. Las diferencias más notables se observaron antes y después del periodo más activo del cometa, el perihelio, al llegar al punto de su órbita más cercano al Sol.
“La monitorización continua del cometa durante su periplo por el interior del Sistema Solar nos permitió ver como nunca antes los cambios que experimentó al acercarse al Sol y la rapidez con que dichos cambios se produjeron”, explica Ramy El-Maarry, director del estudio.
Los cambios, ya se tratase de fenómenos transitorios únicos o de larga duración, tienen que ver con distintos procesos geológicos: meteorización y erosión, sublimación del hielo de agua o estrés mecánico debido a la rotación del cometa.
La meteorización, o desgaste in situ, tiene lugar en todo el cometa debido al debilitamiento de los materiales consolidados, ya sea por los ciclos de calentamiento y enfriamiento diarios o por los cambios de temperatura estacionales, que provocan su fragmentación. En combinación con el calentamiento de los hielos subterráneos que causan la salida de gas, esto puede llevar al derrumbe repentino de las paredes de acantilados, algo demostrado mediante observaciones en distintos puntos del cometa.
Sin embargo, se cree que un proceso muy distinto es el responsable de la fractura de 500 m de longitud detectada en agosto de 2014 a lo largo del cuello del cometa en la región de Anuket, y que en diciembre de 2014 había crecido unos 30 m. En este caso, se debería a la mayor velocidad de rotación del cometa al ir acercándose a su perihelio.
Además, imágenes capturadas en 2016 muestran una nueva fractura de 150-300 m de longitud, paralela a la fractura original.
Cerca de ambas, una roca de 4 m de diámetro se había movido unos 15 m, según se calculó al comparar las fotografías tomadas en marzo de 2015 y junio de 2016. No está claro si la extensión de la fractura y el desplazamiento de la roca están relacionados o si se deben a distintos procesos.
Por otro lado, en la región de Jonsu, situada en el lóbulo mayor del cometa, se detectó que una roca mucho mayor, de unos 30 m de diámetro y unas 12.800 toneladas, se había desplazado nada más y nada menos que 140 m.
Se cree que lo hizo durante el perihelio, ya que en ese periodo se identificaron varias emisiones cerca de su lugar original. El desplazamiento podría tener dos causas: bien el material sobre el que se asentaba se erosionó, provocando que la roca rodase por la pendiente, bien una potente emisión podría haberla llevado directamente hasta su nueva ubicación.
Para más información:
Markus Bauer
ESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
Tel: +31 71 565 6799
Mob: +31 61 594 3 954
Email: markus.bauer@esa.int
M. Ramy El-Maarry
University of Colorado
Email: Mohamed.elmaarry@lasp.colorado.edu
Matt Taylor
ESA Rosetta project scientist
Email: matt.taylor@esa.int