Comienza la misión Proxima
Esta noche, el astronauta de la ESA Thomas Pesquet, la astronauta de la NASA Peggy Whitson y el comandante de Roscosmos Oleg Novitsky abandonaron la Tierra desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. El cohete que los transportaba, un Soyuz MS-03, fue lanzado a las 20:20 GMT y sus tres tripulantes ya se encuentran camino de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Tras un espectacular lanzamiento, en el que los astronautas se vieron propulsados a 1.640 km en menos de 10 minutos, el trío tardará dos días en llegar a la ISS, que orbita la Tierra a 28.800 km/h.
La nave Soyuz tiene el tamaño de un automóvil y lleva casi 50 años llevando gente al espacio. Thomas, Peggy y Oleg orbitarán la Tierra 34 veces antes de llegar a la ISS el sábado a las 22:00 GMT.
Una vez superadas las vibraciones y la aceleración del despegue, el vuelo hasta la estación es relativamente tranquilo. Sin internet ni teléfonos por satélite, la tripulación depende de la radio para comunicarse a intervalos determinados con el control de tierra.
Thomas es el primer astronauta francés en visitar la ISS desde que Léopold Eyharts, también de la ESA, ayudara a instalar el módulo europeo Columbus en 2008. Peggy y Oleg ya habían volado previamente a bordo del cohete Soyuz; para Peggy, además, esta será la tercera expedición a la ISS, y la segunda vez que estará al mando.
Proxima
La misión Proxima comenzará en el momento en que Thomas entre en la Estación Espacial Internacional. Una vez abierta la escotilla entre las dos naves, está previsto realizar una breve conferencia con amigos y familiares.
Aunque nada iguala a la verdadera ingravidez, los formadores en Tierra han hecho todo lo posible con sesiones bajo el agua, sesiones de 20 segundos en gravedad cero y sesiones de realidad virtual.
Thomas dedicará sus dos primeras semanas en el espacio a acostumbrarse a vivir y trabajar en condiciones de ingravidez. Durante este tiempo, su cuerpo se adaptará a la ausencia de gravedad: su columna vertebral se elongará, los fluidos de su cuerpo se irán acumulando en la cabeza y sus huesos se debilitarán.
Además, Thomas tendrá que reajustar su sentido espacial. En el espacio no existe la tradicional concepción de arriba y abajo, derecha e izquierda: todo depende de cómo se flote. Y, lo que es peor, todos los equipos, herramientas o alimentos que no estén fijos, vagarán por el espacio.
Thomas cuenta con una apretada agenda de ciencia y experimentos previstos para los seis meses de su misión. Durante su primera semana en la ISS, comenzará a trabajar en el experimento Aquamembrane, que promete simplificar los ensayos de contaminación del agua, tanto en la Tierra como en el espacio.
También pondrá placas alrededor del laboratorio Columbus para el experimento Matiss, que investiga las propiedades antibacterianas de los materiales en el espacio, para comprobar si las futuras naves podrían resultar más fáciles de limpiar. Además, durante su primera semana en el espacio, Thomas colocará monitores para estudiar cómo la radiación espacial afecta a la estación y a su cuerpo.
Para saber más sobre los 50 experimentos europeos que Thomas llevará a cabo y ver el acoplamiento y la apertura de la escotilla en vivo, haz clic en los enlaces de la derecha.