De los cohetes espaciales a la cerámica
Cuando Breogán Pato, becario postdoctoral de la Universidad de Bergen, Noruega, descubrió la patente de la ESA sobre un filtro para fluidos que atrapa los contaminantes en el combustible para cohetes, pensó que podría mejorar la impresión en cerámica.
“Me dedico a la investigación en ciencias de los materiales —explica—. En 2013, mientras trabajaba para el Instituto de Tecnología Cerámica de Castellón, España, me di cuenta de que las impresoras de inyección para cerámica suelen bloquearse por la acumulación de partículas en la tinta, que taponan los cabezales”.
“Para solucionar este problema, se emplean filtros, pero incluso estos sufren obstrucciones constantemente”.
La tecnología espacial al rescate
“El filtro desarrollado por la ESA presenta una novedosa estructura que maximiza la superficie filtrante e impide la obstrucción y la acumulación de partículas”, apunta Breogán.
Este filtro, que constituye la patente número 642 de la ESA, atrapa los contaminantes en el combustible para cohetes sin provocar una pérdida significativa en la presión.
“La mayor superficie filtrante reduce considerablemente la pérdida de presión, por lo que el filtro tendrá menor tendencia a obstruirse”.
“Al ofrecer distintos pasos alternativos para el fluido, garantiza un caudal constante en el filtro e impide la acumulación de partículas. Gracias a ello, fue capaz de resolver el problema de obstrucción de los cabezales que suele darse en las impresoras para cerámica”.
La idea de Breogán ganó el concurso ESA Tech Landing, una iniciativa de la agencia y la empresa española Knowledge Innovation Market (KIM), agente nacional del Programa de Transferencia de Tecnología de la ESA que ayuda a que la industria se beneficie del desarrollo tecnológico de los programas espaciales europeos.
“El objetivo del concurso es premiar el emprendimiento tecnológico que aplica tecnologías patentadas por la ESA en nuevos modelos de negocio no vinculados directamente al sector aeroespacial. Queremos promover la transferencia tecnológica de la ESA a otros sectores”, explica Jorge Mújico, de KIM.
En España, una reciente evaluación comercial del amplio catálogo de tecnologías desarrolladas por la ESA permitió identificar 29 tecnologías con un especial interés potencial para la industria no espacial. Estas se pusieron a disposición de los participantes en el concurso, de modo que pudieran desarrollar modelos de negocio viables para casos industriales específicos.
“Cada vez son más las empresas que utilizan impresoras, incluyendo la industria de la cerámica”, añade Jorge.
Mercedes Sánchez Álvarez, de la oficina de transferencia de tecnología de la ESA, lo explica así: “La superficie filtrante presenta un área mucho mayor que otros filtros, de tamaño y masa iguales, con elementos filtrantes cilíndricos”.
“Gracias a la impresión 3D, nuestro filtro se fabrica en una sola pieza, lo que reduce el tiempo de producción y evita las juntas soldadas, la posible dislocación de las piezas individuales y la extensión de los pasos de filtro que se dan en muchos filtros de malla. Fabricado en aleación de aluminio, también es resistente a la corrosión”.
“Aunque fue inventado para los sistemas de abastecimiento de combustible espaciales, muchos otros sectores pueden servirse de él para filtrar fluidos, como el combustible de aeronaves y automóviles, o líquidos en las industrias química y biotecnológica”.
Una empresa emergente gracias a una patente de la ESA
Tras vencer en el concurso ESA Tech Landing, el modelo de negocio de Breogán se incluirá en el proceso de selección de uno de los centros de incubación de empresas (BIC) de la ESA y se presentará ante el Comité de Inversión de KIM para recibir apoyo económico para la transferencia de tecnología.
Breogán también recibirá una beca valorada en 3.800 euros para asistir al próximo evento de formación de KIM Talent, en el que aprenderá sobre evaluación, valoración y comercialización de tecnologías.
“Son varios los motivos que me han llevado a participar en el concurso— reconoce Breogán—. La posibilidad de aplicar la tecnología espacial a la vida diaria es un reto muy atractivo. Me gustaba la idea de trabajar con la ESA y la industria aeroespacial española y, como investigador, recibir la formación en transferencia de tecnología que ofrece KIM”.
“Ser capaz de transferir los resultados de la investigación a la industria es una habilidad cada vez más demandada por universidades y empresas”.
Breogán ahora está preparando su solicitud para el ESA BIC Comunidad de Madrid y espera poder comenzar a trabajar en el centro en cuanto termine su estancia postdoctoral en Bergen.