El futuro de la constelación de Orión
Un nuevo vídeo, basado en mediciones realizadas por los satélites Gaia e Hipparcos de la ESA, muestra cómo nuestra visión de la constelación de Orión evolucionará en los próximos 450.000 años.
Las estrellas no permanecen fijas en el cielo: su posición cambia continuamente, a medida que se mueven por nuestra Galaxia, la Vía Láctea. Estos movimientos, demasiado lentos para que el ojo humano los aprecie a lo largo de su vida, pueden capturarse mediante observaciones de alta precisión, como las realizadas por Gaia, el satélite astrométrico de la ESA.
Al medir los movimientos de las estrellas en el presente, podemos reconstruir sus trayectorias en el pasado a través de la Vía Láctea para estudiar los orígenes de nuestra Galaxia e incluso calcular su recorrido de aquí a millones de años en el futuro.
Este vídeo permite hacernos una idea de lo que sucederá en los próximos 450.000 años, al mostrar la evolución esperada de un fragmento conocido del cielo: la constelación de Orión, el Cazador.
La parte del firmamento que muestra el vídeo mide 40 x 20º; para hacernos una idea, pensemos que el diámetro de la Luna llena en el cielo es de medio grado aproximadamente.
En mitad de una miríada de estrellas a la deriva, la forma de Orión, marcada por sus estrellas más brillantes, va cambiando lentamente su distribución hasta formar un nuevo patrón, lo que da idea de lo efímero de las constelaciones.
La estrella supergigante roja Betelgeuse se puede apreciar en el centro, hacia el extremo superior de la pantalla al comienzo del vídeo (representada en una tonalidad anaranjada). De acuerdo con su movimiento actual, la estrella se saldrá de ese campo de visión en unos 100.000 años. No obstante, el Universo se reserva un destino mucho más adverso para Betelgeuse, ya que se espera que explote en forma de supernova en el próximo millón de años.
Más estrellas de las que aparecen aquí habrán explotado en forma de supernovas antes del final del vídeo, mientras que otras seguirán evolucionando, como la supergigante azul de Orión, Rigel, que aquí aparece como una estrella brillante en la parte inferior izquierda, o la gigante roja Aldebarán, que forma parte de la constelación de Taurus, y que aparece cruzando de derecha a izquierda la parte inferior del vídeo.
También habrán nacido muchas estrellas nuevas a partir de la nube molecular de Orión, una mezcla de polvo y gas que Gaia no ve directamente —aunque puede identificarse a modo de manchas oscuras sobre el fondo de estrellas—, pero que brilla a longitudes de onda de infrarrojos. Este vídeo no muestra el nacimiento y la muerte de estrellas.
El cúmulo de las Híades, un grupo de estrellas físicamente unidas que forma parte de la constelación de Taurus, se desplaza lentamente desde la esquina inferior derecha a la superior izquierda.
Este nuevo vídeo se basa en datos de la Solución Astrométrica Tycho-Gaia (TGAS), una fuente que recoge las distancias y los movimientos de dos millones de estrellas, procedentes de la primera publicación de datos de Gaia y del catálogo Tycho-2 de la misión Hipparcos. Incluye información adicional de observaciones desde la Tierra, así como datos del catálogo Hipparcos para las estrellas más brillantes.
El vídeo ofrece un acercamiento a un fragmento concreto del firmamento. La evolución de dos millones de posiciones estelares en la totalidad del firmamento se muestra aquí.