El gran salar de Chile
Sentinel-2A nos lleva esta vez a un excepcional paisaje en el este del Desierto de Atacama, en América del Sur. La región mostrada en la imagen se ubica a unos 200 km al este de la ciudad chilena de Antofagasta, en la costa del Pacífico (que no aparece en la fotografía), y su vegetación es prácticamente inexistente.
En la parte superior de la imagen podemos apreciar parte del mayor depósito salino de Chile, el Salar de Atacama. Con una elevación media de 2.300 metros por encima del nivel del mar, el salar está formado por las aguas de lluvia que bajan de los Andes y que, al carecer de salida al mar, se evaporan dejando depósitos de sal.
Además, se trata de la mayor fuente de litio y la más pura del planeta, concentrando alrededor del 30% de las reservas existentes y suministrando casi el 30% del carbonato de litio disponible a nivel mundial.
Los brillantes rectángulos y cuadrados de color turquesa visibles en la parte superior de la imagen son pozos de evaporación. Las salmueras situadas bajo la corteza salina se bombean hasta dos áreas diferenciadas. En una de ellas, las salmueras extraídas contienen concentraciones extraordinarias de potasio y litio. En la otra, presentan altas concentraciones de sulfatos y boro.
En la parte inferior derecha de la imagen podemos ver el Volcán Socompa, conocido por su “depósito de avalancha de detritos” y formado hace unos 7000 años al colapsar el flanco occidental de este estratovolcán. Desde entonces, parte del área fue cubriéndose de lava, por lo que podemos apreciar coladas oscuras alrededor de su estructura.
La cámara multiespectral de Sentinel-2 utiliza parte del espectro de infrarrojos para analizar la composición mineral en lugares donde apenas hay vegetación. En esta imagen en falso color, los vibrantes marrones y naranjas se deben al uso de la banda infrarroja del espectro, que potencia la intensidad de los colores.
La imagen, que también aparece en la galería de vídeos de Earth from Space, fue tomada por Sentinel-2A el 8 de marzo. Sentinel-2A es el primer módulo de la misión de dos satélites Sentinel-2 del programa europeo Copernicus, e incorpora una cámara de alta resolución con 13 bandas espectrales que abarca una amplia franja de terreno en cada pase, ofreciendo datos sin precedentes de nuestro planeta y su vegetación.