Estructura y composición de los asteroides
Desde un simple montón de “escombro” hasta complejas mezclas de metales, o compuestos de carbono y silicio, los asteroides son mucho más que aburridos fragmentos de roca gris llena de cráteres...
Los asteroides, con su composición y formas variopintas, nos fascinan. Casi todos son irregulares y están acribillados de cráteres de impacto. Solo algunos de los más grandes poseen gravedad suficiente para adoptar forma esférica.
Más allá de por su forma, hay distintos modos de clasificar los asteroides. El primero es por su composición. La composición típica de un asteroide depende de su distancia al Sol. En las fronteras exteriores del cinturón de asteroides, a una distancia entre 3 y 3,5 veces mayor que la de la Tierra al Sol, más del 80 % de los asteroides son del tipo denominado C.
La superficie de estos asteroides, cuya letra C corresponde a “carbono”, son casi negros como el carbón. Presentan grandes cantidades de moléculas de carbono, así como de las rocas y metales más habituales. Su composición es muy parecida a la de los meteoritos de condrita carbonácea que en ocasiones caen en la Tierra. Se cree que estos meteoritos son tasquiles, fragmentos desprendidos durante el choque de varios asteroides.
Más cerca del Sol, a algo más del doble de la distancia orbital de nuestro planeta, la proporción de asteroides de tipo C es tan solo del 40 %. Allí la mayoría de los asteroides son grises, sin material carbónico, y están constituidos principalmente por roca compuesta de silicatos.
Estos asteroides también se parecen a un tipo de meteorito que encontramos en la Tierra: las condritas. Aunque estos dos tipos de asteroides suman la mayoría de los ejemplos, hay otros que parecen estar compuestos casi en su totalidad por metal y, una vez más, también se han encontrado meteoritos metálicos en nuestro planeta.
Dejando de lado su composición, hay otras diferencias importantes en la estructura interna de los asteroides. La mayoría son sólidos, lo que indica que debieron fundirse en algún momento de su existencia. Otros son cúmulos de escombros, agregados de fragmentos sueltos y unidos por la fuerza de su gravedad. Estos asteroides se formaron durante colisiones.
Se están descubriendo cada vez más asteroides “dobles”. Esto significa que dos asteroides de tamaño similar se han ido acercando suavemente y ahora orbitan uno alrededor del otro, en ocasiones hasta tocándose, a lo largo de una trayectoria común alrededor del Sol.