La cubierta terrestre de México, en alta resolución
Como parte de una colaboración científica con la Agencia Espacial Mexicana y otras entidades públicas del país, la ESA ha combinado imágenes de la misión Sentinel-2 de Copernicus para producir una vista detallada de los distintos tipos de vegetación que crecen por todo México.
Este mapa en alta resolución de la cubierta terrestre combina imágenes capturadas por el satélite Sentinel-2 de Copernicus entre 2016 y 2018.
Sentinel-2 es una constelación de dos satélites construidos para el programa europeo de vigilancia medioambiental Copernicus. Cada uno de ellos transporta una cámara multiespectral que distingue entre diversos tipos de vegetación y cultivos. También puede utilizarse para determinar distintos índices, como la cantidad de clorofila y agua en las hojas, lo que permite monitorizar los cambios en la salud y el crecimiento de la flora.
La misión tiene multitud de usos, como suministrar información para cartografiar la cubierta terrestre y monitorizar los cambios en la utilización del suelo.
Gracias a la misión Copernicus y al proyecto Iniciativa sobre el Cambio Climático de la ESA, se ha podido cartografiar la cubierta terrestre de México con una resolución de 10 m.
Los mapas de la cubierta terrestre clasifican los distintos materiales que se encuentran en la superficie de la Tierra, identificando cuerpos de agua, diferentes formas de agricultura, bosques, pastos y superficies artificiales.
Esta información es importante para comprender los cambios en el uso del suelo, elaborar modelos del cambio climático, conservar la biodiversidad y gestionar los recursos naturales.
Se trata de un recurso valioso tanto para estudios científicos como para las aplicaciones prácticas.
Como explica Daniela Jurado, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO): “Tener acceso a un mapa tan detallado no solo es útil para la investigación científica, como sucede con el estudio de los flujos asociados al ciclo del carbono, también lo es para gestionar nuestros recursos naturales y para conservar la biodiversidad”.
“Asimismo, es importante para la gestión del uso del suelo y para vigilar la expansión urbana”.
Alejandra Aurelia López Caloca, del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial, añade: “En efecto, este nuevo mapa nos dice muchas cosas sobre nuestro país. Resulta muy útil para estudiar el crecimiento de las ciudades y cómo las zonas rurales han pasado a convertirse en entornos urbanos. Además, va a ser de gran ayuda para comprender dónde las masas de agua son muy dependientes de las precipitaciones y para detectar áreas en riesgo de inundación”.
“El nuevo mapa nos permite identificar el estado de la cubierta vegetal, especialmente la de tipo agrícola, algo que realmente nos ayudará a entender cómo se están explotando nuestros campos”.
La ESA lleva desde 2002 coordinando los mapas globales de la cubierta terrestre con una resolución de 300 m a través de los proyectos GlobCover e Iniciativa sobre el Cambio Climático. Pero ahora, con el par de satélites de Sentinel-2 en órbita, es posible cartografiar la cubierta terrestre con una resolución de 10 m.
Del mismo modo, ahora también disponemos de un mapa de la cubierta terrestre de América Central.