La exploración solar ha ocupado siempre un lugar relevante en el programa de ciencia espacial de la ESA. No en vano los vehículos europeos tienen una larga y exitosa tradición de observar nuestro Sol y explorar sus inmediaciones.
En la actualidad numerosas misiones estudian el Sol, la fuente de calor y energía que ha permitido el desarrollo de la vida en la Tierra. La misión Ulysses, de la ESA y la NASA, ha proporcionado el primer mapa completo de la heliosfera, desde el ecuador solar hasta los polos. Los cuatro satélites Cluster investigan la interacción entre la magnetosfera y el viento solar.
SOHO, situado en un punto estratégico entre la Tierra y el Sol, envía imágenes de explosiones solares y sondea el interior oculto de la estrella. Sus observaciones de las eyecciones de masa coronal, en las que el Sol emite gigantescas masas de gas al Sistema Solar, son especialmente llamativas.
Estos fenómenos que conforman el ‘clima espacial’ pueden afectar a los satélites y las redes de comunicaciones en tierra. Ahora, gracias a estas misiones de la ESA y a Double Star, una misión de la ESA en cooperación con China, las agencias espaciales pueden ser alertadas a tiempo.