Proba-V fotografía el Salar de Uyuni
En esta imagen, Proba-V nos acerca al Salar de Uyuni, en Bolivia. Se trata del mayor desierto de sal del mundo que, con una superficie de 10.500 km2, es más grande que algunos países.
Situado en el altiplano del suroeste boliviano, a una altitud de 3.650 m, se trata de un salar extremadamente liso, con una variación de menos de 1 m en toda su extensión. De hecho, es tan plano que a menudo se calibran en él los altímetros láser y por radar de los satélites.
Las llanuras saladas se formaron hace entre 42.000 y 30.000 años, como resultado de las transformaciones entre varios lagos prehistóricos. La corteza superior, que en algunos lugares alcanza varios metros de espesor, se encuentra sobre una salmuera rica en litio (contiene entre el 50 y el 70 % de las reservas mundiales de este metal), potasio y magnesio.
Esta imagen en falso color fue capturada por Proba-V el 5 de abril de 2017. En la parte oeste del Salar de Uyuni se aprecian algunos patrones ondulados, mientras que las sombras azuladas en sus extremos norte y este indican zonas anegadas. Los pequeños rectángulos hacia el sur del depósito salino indican una extensa zona de extracción de litio.
Lanzado el 7 de mayo de 2013, Proba-V es un pequeño satélite de la ESA a cargo de una gran misión: cartografiar la cubierta terrestre y el crecimiento de la vegetación de la totalidad del planeta cada dos días.
Su cámara principal abarca una franja de 2.250 km —suficiente para cubrir todo un continente— y captura luz en las longitudes de onda azul, roja, casi infrarroja e infrarroja media con una resolución de 300 m, que puede llegar hasta los 100 m en el centro de su campo de visión.
La empresa belga VITO Remote Sensing procesa y distribuye los datos de Proba-V a los usuarios de todo el mundo. Una galería de imágenes online muestra alguna de las imágenes más impactantes de la misión hasta el momento, incluyendo vistas de tormentas, incendios y deforestación.