Un año en Venus, y a toda máquina
Ha pasado un año desde que Venus Express, la primera misión de Europa a Venus y la única nave actualmente en órbita del planeta, llegara a su destino, el 11 de Abril de 2006. Desde entonces esta avanzada sonda, creada para explorar uno de los más misterios planetas del Sistema Solar, ha estado revelando detalles hasta ahora desconocidos
Venus, visitada con asiduidad por numerosas naves rusas y estadounidenses desde los años sesenta hasta principios de los noventa, ha representado siempre un objetivo complejo, difícil de entender para los científicos de todo el mundo. Venus Express, diseñada y construida en un tiempo récord por la ESA, fue concebida con el propósito de estudiar Venus –adonde no se dirigía ninguna misión desde 1994- de la forma más exhaustiva y sistemática posible, saldando así una deuda largamente mantenida con este planeta tan interesante como críptico.
Venus Express, con su instrumentación de última generación, está abordando el estudio de Venus a escala global. La sonda está recogiendo información acerca de la tóxica e inquieta atmósfera venusiana (incluyendo sus nubes y sus rápidos vientos, tal como recoge este vídeo obtenido por la cámara VMC, a bordo de Venus Express). Venus Express analiza igualmente la interacción de la atmósfera con el viento solar y el entorno interplanetario. Y por último, aunque no en importancia, Venus Express busca indicios de actividad superficial, como volcanismo activo.
“En sólo un año de observaciones hemos recopilado una cantidad ingente de datos, que es exactamente lo que necesitamos para descodificar los secretos de una atmósfera tan compleja como la de Venus”, afirma Håkan Svedhem, Jefe Científico de Venus Express, de la ESA. “Los equipos científicos están haciendo un gran esfuerzo para analizar los datos, y a la vista de los resultados está valiendo la pena”.
Las primeras, impresionantes imágenes globales del torbellino con doble núcleo en el polo sur de Venus; los paquetes de datos 3D sobre la estructura y la dinámica de las nubes de ácido sulfúrico que integran la gruesa cortina de nubes entorno al planeta; y los mapas de temperatura de la superficie y de la atmósfera a diferentes altitudes son sólo algunos de los resultados obtenidos hasta ahora.
“Si seguimos al ritmo actual no hay duda de que Venus Express mejorará nuestros conocimientos globales sobre este planeta”, prosigue Svedhem. “Se beneficiarán de nuestros resultados no sólo las ciencias planetarias en general; lo que aprendamos en Venus, de su clima y de la dinámica de su atmósfera, nos permitirá comprender mejor los mecanismos que rigen la evolución a largo plazo del clima en nuestra propia Tierra”.
La ‘linterna nocturna’ venusiana
El brillo del oxígeno de Venus es un fenómeno que se aprecia en el lado nocturno del planeta, y que convierte a éste en una ‘linterna espacial’. Venus Express ha proporcionado ahora nuevos datos sobre este fenómeno.
“El brillo del oxígeno se descubrió por primera vez gracias a observaciones basadas en Tierra. También fue observado por otras misiones a Venus, como la nave rusa Venera y el módulo orbital estadounidense Pioneer Venus”, dijo Pierre Drossart, Investigador Principal en el instrumento VIRTIS, de Venus Express. “Sin embargo, la visión tanto a escala global como en detalle que estamos obteniendo gracias a Venus Express realmente no tiene precedentes”.
La fluorescencia se produce cuando los átomos de oxígeno presentes en la atmósfera se ‘recombinan’ en oxígeno molecular (o O2), emitiendo luz. ¿De dónde procede el oxígeno?
“El oxígeno es un elemento muy escaso en la atmósfera de Venus”, prosigue Drossart. A gran altitud en la atmósfera, en el lado diurno de Venus, el intenso flujo de radiación ultravioleta procedente del Sol rompe las moléculas de dióxido de carbono presente en grandes cantidades en la atmósfera, liberando átomos de oxígeno. “Estos átomos son entonces transportados hacia el lado nocturno del planeta por la así llamada circulación atmosférica ‘sub-solar’ y ‘anti-solar’. Aquí los átomos migran de la alta atmósfera hacia una capa inferior, llamada ‘mesosfera’, donde se recombina en O2. Haciendo esto emiten luz en longitudes de onda específicas que pueden ser observadas tanto desde la Tierra como con Venus Express”, añadió Drossart.
La detección del brillo, y la capacidad de estudiar su evolución en el tiempo, es muy importante por diversas razones.
“En primer lugar podemos usar la distribución y el movimiento de estas ‘nubes’ de O2 fluorescente para entender cómo se mueven y comportan las capas atmosféricas inferiores”, señala Giuseppe Piccioni, el otro co-investigador principal de VIRTIS. “En este sentido, el brillo de O2 es un marcador real de la dinámica atmosférica en Venus.
“Segundo, el análisis de este fenómeno proporcionará nuevas pistas sobre cómo funciona la química atmosférica global –un reto realmente complejo, y un campo de investigación aún abierto-”, continuó Piccioni. “Calculando la velocidad a la que tiene lugar esta ‘recombinación’ química podríamos ser capaces en el futuro de entender si hay mecanismos que favorecen o catalizan esta recombinación, y aprenden más sobre la producción y recombinación de otras especies químicas en la atmósfera venusiana.
“Tercero, la observación del brillo del oxígeno permite también una mejor comprensión del intercambio energético global entre la mesosfera de Venus –en cuya frontera superior se sitúa el brillo- y la termosfera, una capa aún más alta influenciada directamente por el Sol”.
Nota a los editores
El mecanismo para la producción del brillo fue descrito en 1979 por P. Connes, después de que se descubriera la emisión gracias a las observaciones desde tierra.
Venus Express fue lanzada el 9 de Noviembre de 2005 desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, en un cohete Soyuz-Fregat de Starsem. Llegó a Venus unos cinco meses más tarde, el 11 de Abril de 2006, cuando tras una delicada maniobra fue insertada en la órbita del planeta. Después de un período de entrega de la nave y los instrumentos, Venus Express comenzó sus operaciones científicas nominales el 4 de Julio de 2006.
Para más información
Håkan Svedhem, Jefe Científico de Venus Express (ESA)
Email: hakan.svedhem @ esa.int
Giuseppe Piccioni, VIRTIS co-Principal Investigator, IASF-INAF, Rome, Italy
Email: giuseppe.piccioni @ iasf-roma.inaf.it
Pierre Drossart, VIRTIS co-Principal Investigator, Observatoire de Paris, France
Email: pierre.drossart @ obspm.fr
Wojciech J. Markiewicz, VMC Principal Investigator, Max Planck Institute for Solar System Research, Germany
Email: markiewicz@linmpi.mpg.de