Un rompecabezas de diez millones de estrellas
Al ojo desnudo, Omega Centauri no parece más que una estrella tenue y difusa. Sin embargo, como vemos en esta imagen, ese orbe azulado está formado por un gran conjunto de estrellas: nada más y nada menos que diez millones. Aunque no podamos contarlas, en esta nítida y bella imagen podemos apreciar algunos de los numerosos puntos brillantes que conforman este cúmulo único.
La imagen fue capturada por Wouter van Reeven, ingeniero de software del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) de la ESA en Madrid, durante su reciente viaje a Chile para observar el eclipse total de Sol de julio. Desde su casa en España, el cúmulo apenas asoma por el horizonte, por lo que es casi imposible de fotografiar, pero desde el observatorio chileno de La Silla se veía en lo alto del cielo, por lo que ofrecía la oportunidad perfecta para inmortalizarlo.
Omega Centauri constituye un ejemplo perfecto de cúmulo globular: su centro presenta una altísima densidad de estrellas, fuertemente unidas por la gravedad, que le confieren una forma casi totalmente esférica (de hecho, la denominación “cúmulo globular” procede del latín globulus, que significa “esfera pequeña”). Se halla en el halo de la Vía Láctea, a unos 15.800 años luz de la Tierra.
Al igual que otros cúmulos globulares, Omega Centauri está formado por estrellas muy antiguas y está casi vacío de gas y polvo, lo que indica que la formación estelar cesó hace mucho tiempo. Sus estrellas presentan una baja proporción de elementos más pesados que el hidrógeno y el helio, lo que demuestra que se formaron en un momento de la historia del Universo anterior a estrellas como nuestro Sol. No obstante, a diferencia de otros cúmulos globulares, no todas las estrellas de Omega Centauri tienen la misma edad y composición química, por lo que los astrónomos tienen dudas sobre la formación y evolución de este cúmulo. Algunos incluso han llegado a sugerir que Omega Centauri no es un cúmulo de verdad, sino los restos de una galaxia enana que colisionó con la Vía Láctea.
Omega Centauri también es especial por otros muchos motivos, por ejemplo, debido al impresionante número de estrellas que contiene. Se trata del mayor cúmulo globular de nuestra galaxia, con unos 150 años luz de diámetro, y también es el más brillante y masivo de su clase, pues la masa combinada de sus estrellas equivale a unos cuatro millones de masas solares.
Omega Centauri puede verse a simple vista bajo cielos oscuros, y para fotografiarlo no hacen falta exposiciones largas. Para crear esta composición, Wouter combinó ocho imágenes tomadas con 10 segundos de exposición, siete imágenes de 30 segundos cada una y otras siete de 60 segundos cada una. Utilizó un telescopio SkyWatcher Esprit 80 ED y una cámara Canon EOS 200D.