La amenaza del deshielo
18 febrero 2010
Hace unos 20.000 años, gran parte de Europa, Asia y el continente americano estaba cubierta por enormes placas de hielo de varios kilómetros de espesor. Desde entonces, el hielo se ha ido derritiendo y las placas de hielo han retrocedido. En la actualidad, las únicas capas de hielo que quedan sobre la masa terrestre están en la Antártida y Groenlandia. También quedan restos de hielo en los glaciares y regiones montañosas, y en forma de témpanos en el Océano Glacial Ártico y en la zona antártica.
A primera vista, se podría pensar que, actualmente, esos vestigios de la última Edad de Hielo tendrían poca importancia para nosotros. Sin embargo, sucede todo lo contrario. Muchos científicos creen que nuestro planeta se está calentando como consecuencia de los gases de efecto invernadero que enviamos a la atmósfera. Si la temperatura del planeta sigue subiendo, las capas de hielo empezarán a derretirse y aumentará el nivel del mar, tal vez varios metros hacia el final de este siglo. Ese aumento provocará inundaciones generalizadas en las zonas costeras bajas y amenazará a muchas ciudades grandes.
Las observaciones realizadas desde el espacio indican que hay porciones de las capas de hielo más grandes que empiezan a derretirse con mayor rapidez. Por otra parte, las últimas imágenes de satélite también muestran que se han derretido superficies inusualmente grandes de hielo marino durante el verano ártico. Aunque el nivel del mar no sufrirá cambios por el derretimiento del hielo flotante, se producirán otros cambios medioambientales de importancia. Por ejemplo, las capas de hielo actúan como un espejo, reflejan los rayos del Sol y enfrían la Tierra. Si el hielo desapareciera, es posible que la Tierra se calentara y surgieran grandes cambios climáticos. La fauna silvestre que habita en las regiones polares también podría terminar aniquilada.