Adiós Sol, adiós Tierra, ¡nos vamos a Marte!
Esta es la primera anotación en el diario de abordo de la misión Mars500, escrita por los miembros europeos de la tripulación, Diego Urbina y Romain Charles.
Hola,
Si estás leyendo estas líneas, supongo que ya conoces la mayor parte de las características técnicas del proyecto Mars500. En esta primera página de nuestro diario, nos gustaría escribir un poco sobre cómo ha sido nuestro entrenamiento y cómo es esto desde dentro.
Lo más impresionante para mí ha sido descubrir el ‘mundo espacial’ y el ‘mundo de la investigación’.
Como ya sabrás, provengo del sector industrial, de la industria del automóvil para ser más concretos. El Espacio siempre me había parecido algo distante, prácticamente inalcanzable. Ahora escucho comentarios en mi entorno del tipo de: “Estuve en Cabo Cañaveral hace un par de días”, “Me acuerdo de cuándo llegamos al lugar de aterrizaje de la Soyuz…”, “Te presento a mi amigo cosmonauta…”, etc.… ¡Es muy emocionante!
Simplemente imaginaros a los investigadores de todo el mundo que vienen hasta Moscú para explicarnos cómo desarrollar sus experimentos. Para realizar los 100 experimentos previstos para nuestra misión, contaremos con el apoyo de (al menos) 300 o 400 prestigiosos científicos y doctores. Este es un privilegio que no mucha gente puede compartir.
Si a esto le añades los seis miembros de la tripulación internacional, tienes un entorno multicultural perfecto para una mente curiosa. Este es uno de los factores que más me ha motivado desde que comenzamos los entrenamientos. Ahora, el gran reto está en nuestras manos. Adiós Sol, adiós Tierra, ¡nos vamos a Marte!
Diego, ¿quieres añadir algo?
¡Gracias Romain!
Aunque yo ya había estado involucrado en varios proyectos espaciales antes de comenzar esta misión, Mars500 no ha parado de sorprenderme. Incluso durante el proceso de selección: antes de llegar a Rusia no podía ni imaginarme la cantidad de pruebas médicas que se le pueden realizar a un ser humano. ¡Me siento aliviado al saber que no tengo ninguna extraña enfermedad que sólo podría ser detectada con estas gigantes máquinas de 3 millones de Euros!
Los entrenamientos, como comenta Romain, nos enseñaron rápidamente la escala del experimento. Mars500 no sólo cuenta con una tripulación internacional, sino que cuenta con el apoyo de investigadores de tantos países que si me pongo a citarlos alcanzaría rápidamente el límite de palabras de este diario. Esto constituye sin duda uno de los puntos más fuertes del programa Mars500, ya que no sería posible emprender un viaje al Planeta Rojo desde una sola nación. Resulta fundamental saber cómo colaborar a cualquier nivel.
Hemos aprendido que algunas de las pruebas pueden ser divertidas, otras son realmente desagradables, pero sabemos con certeza que todo esto es necesario si queremos que la humanidad viaje algún día más allá de la Luna. En los próximos meses realizaremos muchos experimentos, y si tenéis paciencia, os explicaremos en qué consisten y cómo los realizamos en el interior de nuestros módulos de aislamiento.
Estamos muy contentos de formar parte de una tripulación tan agradable y de un experimento tan importante, y esperamos que alguno de vosotros, que hoy nos estáis leyendo, se encuentre entre los primeros que pisen Marte dentro de unos años. A través de este diario, esperamos que podáis aprender, de una forma divertida, las cosas buenas y las cosas malas que os encontraréis en un viaje tan largo. De momento… ¡¡¡hasta pronto Tierra!!!