Convirtiendo astronautas en exploradores de la Luna
El curso de formación en geología de la ESA, PANGAEA, ha cumplido la mayoría de edad con la publicación de un artículo que describe la búsqueda del mejor diseño posible para la formación en geología de los próximos astronautas que caminarán sobre la superficie de la Luna.
Desde 2016, PANGAEA ha preparado a 10 astronautas de tres agencias espaciales con los conocimientos y habilidades fundamentales en geología de campo necesarios para la exploración lunar.
La humanidad va a volver a la Luna, y pronto los astronautas de la misión Artemis formarán parte de la planificación y ejecución de las expediciones geológicas en la superficie lunar.
«Con cinco ediciones del curso a nuestras espaldas, ha llegado el momento de compartir nuestra experiencia con la comunidad de la exploración espacial», explica Samuel Payler, coordinador de formación de PANGAEA.
Los futuros astronautas que caminen sobre la Luna estarán en una posición privilegiada para explorar la superficie lunar, pero también se someterán a la presión de tener que tomar rápidamente decisiones científicas acertadas.
«Esperamos que esta publicación pueda resultar útil para otras agencias espaciales implicadas en la formación para futuras misiones planetarias, además de favorecer la cooperación internacional», añade Samuel.
Motivación de los astronautas
La publicación describe los planteamientos utilizados por el equipo para formar a los astronautas en la exploración de la superficie lunar.
«De acuerdo con nuestra experiencia, los astronautas rinden mejor cuando se les da un nivel razonable de autonomía, así que fomentamos su interés por la verdadera exploración», explica el geólogo planetario e instructor de PANGAEA Matteo Massironi.
A lo largo de PANGAEA, la formación va aumentando en complejidad y los astronautas se enfrentan a problemas en entornos reales. A medida que los alumnos progresan, experimentan un cambio en su perspectiva: encuentran la motivación en la búsqueda de descubrimientos científicos.
«No queremos que actúen como autómatas, sino que se conviertan en los mejores científicos de campo que puedan llegar a ser. Los formamos para que dirijan la exploración y tomen decisiones con el apoyo de un equipo científico a distancia», añade.
El legado de las misiones Apolo
Una de las piedras angulares al desarrollar PANGAEA fue analizar los entrenamientos llevados a cabo durante la época de las misiones Apolo. Aunque casi han pasado 50 años desde que llegó a su fin, Apolo sigue siendo el único ejemplo de un programa espacial en el que la formación geológica fue fundamental para el éxito de la misión.
«Formarlos, confiar en ellos y dejarlos ir» fue el lema del entrenamiento geológico de las últimas tres misiones Apolo, las más productivas en cuanto a descubrimientos científicos. PANGAEA basa su entrenamiento en el legado del programa Apolo.
Después de las primeras sesiones teóricas en el aula, y de forma progresiva, el equipo de instructores, con algunos de los mejores geólogos planetarios de Europa, deja que los astronautas pasen más tiempo explorando de forma independiente.
La formación en geología les enseña ell conjunto de macizos montañosos Dolomitas de Italia, conocido por sus prístinas capas sedimentarias, al cráter de impacto Ries en Alemania, a la isla volcánica española de Lanzarote y a los fiordos noruegos de Lofoten para aprender sobre rocas similares a las que se pueden encontrar en la Luna.
La similitud de estos enclaves europeos con respecto a la geología lunar y marciana confiere realismo a la exploración.
Mejoras en la exploración
Aunque inspirada en el legado de la época de las misiones Apolo, PANGAEA incorpora muchos de los avances en tecnología y conocimiento científico logrados desde los años setenta.
«Lo estamos haciendo más aplicable al escenario actual, incorporando todo el conocimiento que hemos obtenido de la Luna y combinándolo con nuevas tecnologías para mejorar la geología de campo», explica Francesco Sauro, director del curso PANGAEA.
En 2017, el equipo comenzó a desarrollar un nuevo sistema para registrar, estructurar y enviar la información recopilada sobre el terreno, incluyendo imágenes, datos de herramientas analíticas, mapas 3D y notas de audio. El resultado de este desarrollo es el Electronic Field Book, una herramienta única que ha hecho que el muestreo sea mucho más eficiente.
El futuro está aquí
Aunque PANGAEA no sea un curso de formación para misiones específicas, se actualizará para seguir estando al día con los escenarios de exploración actuales. «Nos adaptaremos a lo que nos depare el futuro de la exploración espacial», afirma Francesco.
«Queremos ofrecer lecciones útiles para preparar a los astronautas que formen parte de las futuras misiones Artemis de la NASA», añade.
El equipo está deseando compartir la experiencia obtenida a lo largo de los años. «El curso ha alcanzado tal nivel de madurez que creemos que tenemos algo valioso que aportar a la comunidad científica espacial y a los futuros astronautas», dice Francesco.
El artículo publicado recientemente está disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0094576522007068
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