El calentamiento global
Cada vez que exhalamos aire al respirar enviamos dióxido de carbono a la atmósfera. El dióxido de carbono es un buen ejemplo de un gas causante del efecto invernadero, es decir, un gas que atrapa el calor.
A lo largo de los últimos 100 años, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera ha ido aumentando constantemente. La mayoría de este incremento se debe a las actividades humanas como, por ejemplo, la combustión de petróleo y carbón o la deforestación de los bosques.
Los bosques absorben una gran cantidad del dióxido de carbono presente en el aire. Sin embargo, este carbono almacenado es liberado a la atmósfera al talar o quemar los árboles.
Los datos reunidos por los satélites demuestran que nuestro planeta parece estar calentándose gradualmente. La mayoría de los científicos creen que hay una relación entre el calentamiento global y el aumento de los gases de invernadero. A esto se le conoce comúnmente con el nombre de “efecto invernadero”.
Satélites como el Envisat de la ESA nos ayudan a reunir más información acerca de los cambios climáticos globales y a predecir lo que ocurrirá en el futuro.
Algunos instrumentos a bordo del Envisat elaboran diariamente mapas globales de los gases de invernadero como, por ejemplo, el metano (un gas utilizado comúnmente en las cocinas y los sistemas de calefacción). Otros instrumentos muestran los cambios de temperatura, nieve, hielo, lagos y la cubierta forestal.
Esa información tiene una importancia vital para asegurar el cumplimiento de los acuerdos internacionales que exigen reducir la producción de gases de invernadero.
Última modificación 12 enero 2011