Campos de cultivo dañados tras una gran inundación
Inundaciones repentinas en Tesalónica
Las inundaciones se consideran una de las catástrofes naturales más devastadoras. Afectan a un número mayor de personas que cualquier otro tipo de desastre natural y ponen en grave peligro la vida de la gente, sus propiedades y las infraestructuras. Como la frecuencia de inundaciones importantes va incrementándose, así como la evidencia del cambio climático global y la elevación del nivel del mar, las inundaciones han pasado a considerarse hoy una grave amenaza.
El seguimiento eficiente de una inundación es una necesidad fundamental durante las fases de crisis y poscrisis de cada suceso de inundación. Se hace necesario ese seguimiento para poder minimizar y evaluar el impacto de una inundación en términos de seguridad personal y daños a la propiedad.
En este sentido, los estados miembros de la Unión Europea han tomado importantes decisiones políticas con el objetivo de establecer un marco de evaluación y gestión de los riesgos de inundación, que se proponga reducir sus consecuencias adversas en la salud humana, el medio ambiente, la herencia cultural y las actividades económicas.
La observación terrestre/teledetección y los Sistemas de Información Geográfica (GIS por sus siglas en inglés) son medios seguros, rápidos y económicos de realizar el seguimiento, elaborar mapas y gestionar las inundaciones. Iniciativas como la Carta Internacional “Espacio y Grandes Catástrofes” y el Servicio de Gestión de Emergencias Copérnico utilizan datos procedentes de los satélites para la observación terrestre, prestando una asistencia esencial en los casos de inundaciones a gran escala y otras catástrofes naturales en todo el mundo.
El 8 de octubre de 2006 se produjeron grandes inundaciones repentinas en la prefectura de Tesalónica, en Macedonia central, Grecia, que devastaron los cultivos, las propiedades y las infraestructuras. En este caso práctico estudiaremos esta catástrofe con más detalle.