Durante la clasificación de las imágenes se puede identificar un tipo de área específico en la pantalla (y usarlo como área de entrenamiento), determinar la firma espectral y, posteriormente, dejar al ordenador que identifique todos los píxeles que tengan la misma firma espectral. De esta manera se pueden representar cartográficamente regiones muy grandes de manera muy rápida y fácil gracias a los datos del satélite.

Por otra parte, todavía hay problemas sin resolver. Es especialmente difícil distinguir entre diferentes tipos de vegetación, ya que sus firmas espectrales pueden ser muy parecidas. Además, el mismo tipo de vegetación tiene firmas distintas según el momento de la temporada de crecimiento y otros factores, como la humedad del suelo y las condiciones atmosféricas.

Por eso, la investigación se centra en el refinado potencial de la clasificación de áreas basándose en los datos procedentes del satélite. Una manera de hacerlo es intentar optimizar el alcance de los sensores que cubren canales específicos en las gamas visible y cercana a infrarroja del espectro.

Se cree que un satélite con muchos canales estrechos tiene un elevado grado de resolución espectral. En el futuro, con satélites de elevada resolución espectral se podrá confeccionar mapas de los cambios de la vegetación provocados por la contaminación o la sequía. Se espera que la teledetección va a convertirse en una herramienta cada vez más importante para la cartografía del medio ambiente.